Parece que las pantallas faciales vuelven a ponerse de moda y vuestras dudas, como es normal, aumentan. Cada vez, por desgracia, vemos más las pantallas faciales pero… ¿realmente protegen?

Es por ello que os he preparado esta publicación para dejar claro que este tipo de «protección» no es suficiente si no usamos una mascarilla homologada.

Cuando una persona habla, estornuda o respira, la dispersión de gotas que produce su organismo no es linealmente horizontal. La dispersión también se produce verticalmente, y con este tipo de pantallas, la saliva y el aire escapan y llegan a las personas de nuestro alrededor.

Nos pueden ayudar a evitar contagios si se usan como complemento de las mascarillas homologadas

De hecho, las pantallas faciales son protecciones oculares y las mascarillas homologadas son medidas de protección respiratorias.

Y sí, sabemos que son más cómodas de llevar, son más fáciles de limpiar y su vida es mucho más larga que la de una mascarilla, pero debemos centrarnos en lo importante: no están homologadas porque por sí solas no protegen.

Las pantallas faciales no están homologadas y no protegen igual que las mascarillas

Si lo vas a usar como medida complementaria a la mascarilla, a la distancia social y al lavado de manos, adelante. Si no, que sepas que puedes estar poniendo en peligro a las personas con las que compartes tu día a día.

Debemos ser responsables y conscientes de la información que nos llega. Si tienes dudas, consulta fuentes oficiales como el Ministerio de Sanidad o expertos en la materia. Haznos llegar tus dudas y las resolveremos juntos.

¡Esperamos que hayamos resuelto vuestras dudas!